Es un edificio luterano comenzó a construirse en los años 40 del siglo XX, aunque tardó en terminarse nada menos que tres décadas. Lo más sorprendente es su forma exterior, el interior es sobrio, aunque destacan las arcadas de mármol y el magnífico órgano diseñado y construido por el alemán Johannes Klais. Tiene quince metros de altura y 5275 tubos, incluyendo un carillón, y pesa 25 toneladas; es uno de los mejores órganos del mundo en su género. Y y la magnífica acústica del edificio la convierte en un espacio ideal para celebrar conciertos de música clásica y otros eventos musicales. La iglesia de Hallgrimskirkja se encuentra fácilmente, ya que puede verse desde cualquier punto de la ciudad; en realidad, es un punto de referencia ideal para no perderse por la ciudad, La mejor manera de llegar a ella es atravesando la animada calle comercial de Skólavörðustígur.