Durante tu visita al castillo de Praga te sentirás como en un cuento de hadas. Visita lo más destacado del complejo, incluyendo la catedral de San Vito, el antiguo Palacio Real, la basílica de San Jorge y el callejón del Oro. El castillo está repleto de historia y arte, pero gracias a tu experto guía local recorrerás fácilmente sus terrenos. Reúnete con el guía frente a la parada de metro de "Malostranská", junto al puente de Mánes. Desde aquí, tomarás el tranvía hasta el castillo de Praga. Una vez dentro, el guía te dará unos auriculares para que puedas escuchar sus explicaciones sin problemas durante todo el tour. Maravíllate ante la arquitectura gótica de San Vito. Contempla las gárgolas que adornan el exterior de la iglesia y maravíllate ante las vidrieras modernistas creadas por el artista checo Alfons Mucha. Admira el mosaico del siglo XIV que representa el Juicio Final. Visita las tumbas de san Venceslao y Carlos IV, la tumba barroca de san Juan Nepomuceno y la capilla de san Venceslao. A continuación, entra en el antiguo Palacio Real. Admira el impresionante techo abovedado del salón de Vladislao. Accede a la sala en la que tuvo lugar la defenestración de Praga.En este lugar, los aristócratas protestantes checos arrojaron por la venta a los gobernadores católicos del emperador Habsburgo y a su secretario, acontecimiento que marcó el comienzo de la guerra de los Treinta Años. Visita la basílica de San Jorge. Sus muros de piedra y el diseño de este edificio suponen un interesante contraste a la grandiosidad del castillo. Admira fragmentos de frescos del siglo XII y camina hasta la escalera doble en la que reposan los restos mortales de santa Ludmila. Camina por el Callejón del Oro. Las casitas que hay a lo largo de esta calle se construyeron, originalmente, para los francotiradores del castillo, pero posteriormente albergaron a orfebres. En los siglos posteriores, vivieron allí artistas como Franz Kafka. Admira las viviendas y los talleres reconstruidos a lo largo del callejón que te darán una idea de cómo vivían los trabajadores de Praga a las afueras del castillo.